La estimulación multisensorial ofrece un enfoque único en la intervención ante trastornos del procesamiento sensorial. Se trata de un tipo de terapia que favorece la comprensión de los demás, del mundo y de uno mismo a través de estímulos y actividades significativas. ¿Te gustaría comprender en qué consiste?

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¿Qué es la estimulación sensorial?

La estimulación sensorial se aplica desde los 0 años de edad hasta los 6. Se trata de un proceso basado en actividades que fortalecen y amplían las conexiones neuronales del cerebro del niño, lo que produce un mayor desarrollo de sus capacidades cognitivas y psicomotrices.

Cuando nos enfocamos hacia la estimulación multisensorial, lo que entra en juego es la capacidad de estimular diversos sentidos al mismo tiempo. Esto promueve el desarrollo psicomotor y cognitivo, y contribuye a incentivar el sentido de exploración, entre otros aspectos.

¿Cómo ayuda la estimulación multisensorial en los niños?

La estimulación multisensorial ayuda a los niños a comprender mejor su entorno y les motiva para explorar. Mediante varios estímulos se consigue aumentar su curiosidad, atención, concentración e interés por el aprendizaje, además de promover el pensamientos lógico.

Otros beneficios de la estimulación multisensorial son el desarrollo de relaciones positivas con otros pequeños y con los adultos, por un lado, y la mejora del aprendizaje de cara al futuro. Además, de este tipo de estimulación ayuda en la intervención ante trastornos del desarrollo, discapacidad intelectual o problemas conductuales del niño.

Ejemplos de la estimulación multisensorial: la sala de Snoezelen

Pero, ¿cómo puede desarrollarse? Un ejemplo de estimulación multisensorial lo encontramos en las salas de Snoezelen. Esta metodología consiste en una intervención cuyo objetivo principal es favorecer la sensación de bienestar a partir de estimular los sentidos. Proporciona una experiencia rica y variada en la que influyen sonidos, luces, colores, olores y experiencias táctiles.

Las salas de Snoezelen son espacios en los que confluyen sonidos relajantes, luces más bien apagadas, colores variados y alegres y diversos sonidos y texturas que contribuyen a fomentar la relajación, el interés por el entorno y la curiosidad. Algunos ejemplos e ideas para diseñar una sala de Snoezelen puede ser los siguientes, en función de cada sentido:

  1. Vista. Hacerse con fibra óptica, tubos de burbujas que cambian de color, discos de efectos y luces relajantes es una buena idea para ambientar un espacio multisensorial.
  2. Tacto. Emplear paneles de texturas, cajas con distintos tamaños, formas y texturas.
  3. Olfato. Utilizar difusores de aromas.
  4. Gusto. Emplear mordedores, masticadores o poner al abasto del pequeño gominolas, fruta, etc. para que explore el sentido del gusto.
  5. Oído. Utilizar paneles musicales, instrumentos, música ambiental o incluso una cama de agua que vibre al compás de la música; cualquier idea en este ámbito contribuirá a crear una sala de Snoezelen.

Dónde aprender estimulación multisensorial

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