En la diversidad del aula, encontramos alumnos que siguen el ritmo de la clase sin problema, otros que tienen ciertas dificultades en su aprendizaje o aquellos que sobresalen por su rendimiento o tienen altas capacidades para hacerlo.

¿Sabías que un niño con altas capacidades intelectuales a veces no consigue sacar buenos resultados en la escuela? En este artículo te contaremos a que se debe, como identificarlo y te proponemos algunas pautas para atender a sus necesidades.

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¿Qué son las altas capacidades y cuales son sus características?

 

No hay una forma concreta de definirlas, aunque se considera que las capacidades cognitivas de una persona y su funcionamiento cerebral tengan un nivel  elevado a la mediana. Como decíamos, son casos en que los niños sobresalen por su rendimiento.

Entre ellos, podemos recoger algunos términos que aportan diferentes matices a las características de la persona con dichas capacidades intelectuales:

  • Precocidad: Implica un ritmo de desarrollo más rápido en una o varias áreas
  • Talento: Cuando destacan mostrando elevadas aptitudes en un ámbito concreto, e incluso presentan más dificultades en el resto.
  • Superdotación: Muestran una capacidad cognitiva superior a la mediana, con buena memoria, atención y predisposición por el aprendizaje.

 

Proceso de Identificación 

 

Detectar casos de niños con altas capacidades es necesario para atender a sus necesidades.

En la escuela, el alumnado con altas capacidades no forma parte de un grupo homogéneo. Hay una gran diversidad, al igual que cuando algunos alumnos presentan dificultades en su aprendizaje. En los casos de infantes con habilidades superiores, pese a su inteligencia, en ocasiones les resulta difícil integrarse, lo que les puede ocasionar problemas de la conducta.

Los primeros en observar que un niño o niña tiene altas capacidades intelectuales seguramente serán los adultos próximos, frecuentemente sus padres, alguien del entorno familiar o sus maestros.

Para identificar a niños con dichos dotes, se utilizan protocolos en dos fases:

Fase de Cribaje o detección

La detección de un niño con altas capacidades no solamente ha de dirigirse a alumnos con un rendimiento escolar alto, sino que también se deben utilizar procedimientos y estrategias de identificación de aquellos alumnos con elevado potencial, pero que no consiguen sacar un alto rendimiento académico, cuando presenten:

  • Problemas de conducta
  • Falta de motivación
  • Deficiencias especificas
  • Retraso en algún aspecto del desarrollo, o bien con alumnos de otra cultura,

En esa fase, es importante detectarlo lo antes posible para poder tratar adecuadamente y que no pierdan su potencial.

Fase de Identificación psicopedagógica

 La finalidad de la evaluación psicopedagógica es confirmar que un determinado niño tiene altas capacidades con el objetivo de ajustar las respuestas a programas de enriquecimiento, adaptaciones o aceleración de cursos.

Se detecta cuando el alumno manifieste dificultades en:

  • Las relaciones sociales
  • Su conducta
  • La adaptación escolar

 

Intervención a niños con altas capacidades

 

Las necesidades educativas que puede presentar el niño con altas capacidades intelectuales no son homogéneas sino particulares de la persona en concreto, por ello, es preciso tratar cada caso en particular desde la atención escolar, familiar y a través del asesoramiento de psicopedagogía. Sin embargo, algunas estrategias para cubrir las necesidades educativas mas comunes de estos niños son las siguientes:

 

  • Un entorno que estimule sus potencialidades
  • Autonomía, independencia y autocontrol
  • Sentimiento de pertenencia al grupo de compañeros
  • Aceptación y confianza por parte de las personas de l entorno
  • Ensañamiento adaptado a las necesidades y ritmo personal de aprendizaje
  • Oferta curricular flexible que le permita profundizar en los contenidos
  • Acceso a recursos educativos adicionales que complementen la oferta educativa ordinaria
  • Planificación y evaluación de su proceso de aprendizaje

 

Proporcionar un clima que sea:

Receptivo: que le proporcione seguridad i le facilite la sincronía entre pensamiento y conducta

Abierto: Que pueda haber confianza con el adulto

Estimulante: Que le motive a encontrar soluciones y afrontar nuevos retos

Colaborador: Que le facilite sus posibilidades, medios y recursos para desarrollar y profundizar en todos los temas que le motiven

Participativo: Que le haga sentir miembro del grupo, porque puede aportar y recibir afecto, estimulo y compañía

Positivo y alegre: Enseñar a valorar las cosas e intentar que estén contentos.