El refuerzo y castigo es el feedback que se recibe ante una acción. Este influye en el proceso de aprendizaje y según cómo sea provocará la repetición u omisión de la conducta. Ambos conceptos se utilizan ampliamente en la educación pero, sobre todo, en el coaching: la forma en la que nos hablamos a nosotros mismos contribuye a mejorar la predisposición a superar nuevos retos.

¿Nos hablamos en clave de refuerzo, o en clave de castigo? Conoce cómo funciona cada uno de ellos, cuáles son las principales diferenciar y por qué es importante aprender a aplicarlos adecuadamente en el ámbito de la psicología deportiva.

¿Qué es el castigo y ejemplos?

El castigo es la consecuencia de un comportamiento que tiene como objetivo reducir su frecuencia en el futuro. Es decir, que la persona que aplica un castigo lo hace para eliminar o reducir la conducta que lo ha causado. Por ejemplo, cuando un padre o una madre prohíbe al niño salir a jugar porque no ha sacado buenas notas.

Podemos distinguir entre dos tipos de castigo:

  • Castigo positivo. Consiste en introducir un elemento desagradable para corregir una conducta. Por ejemplo, a un conductor que supera el límite de velocidad se le multa como castigo.
  • Castigo negativo. Consiste en eliminar un elemento agradable para corregir una conducta. Por ejemplo, alguien que come demasiados dulces y no tiene una dieta variada, elimina estos alimentos por no poder resistirlos.

¿Qué es una conducta de refuerzo?

Al contrario de lo que ocurre con el castigo, en la conducta de refuerzo de premia un comportamiento para aumentar la probabilidad de que se repita. Podemos diferenciar entre dos tipos de refuerzo:

  • Refuerzo positivo. Consiste en proporcionar un estímulo positivo a la persona para fomentar la repetición de una conducta.
  • Refuerzo negativo. Se basa en retirar un estímulo negativo, también con el objetivo de fomentar la repetición de un comportamiento.

Numerosos estudios acerca del refuerzo y castigo destacan que, en la consecución de metas en adultos, las técnicas de refuerzo suelen tener una mayor eficacia que las de castigo. Al contrario de lo que se ha sostenido durante muchos años, trabajar enfocado hacia los logros y las metas positivos produce mejores resultados, especialmente en el ámbito del deporte.

¿Cuál es la diferencia entre refuerzo y castigo?

La principal diferencia entre refuerzo y castigo es la intención con la que se aplican. En el castigo, se busca eliminar una conducta por completo. Por el contrario, cuando se aplican técnicas de refuerzo, el objetivo es fomentar que esta conducta se repita.

En el ámbito del coaching y la psicología deportiva se emplean principalmente técnicas de refuerzo enfocadas a motivar al atleta y lograr que visualice sus metas. Las técnicas de castigo no suelen utilizarse, puesto que no presentan resultados positivos y suelen fomentar el bloqueo.

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