El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a personas mayores y se caracteriza por la pérdida progresiva del control motor. Aunque la causa exacta no se conoce, se han identificado varios factores que pueden contribuir a su desarrollo. En este blog, te contamos cómo prevenir el Parkinson y qué elementos se asocian con la aparición de esta enfermedad.

¿El Parkinson se hereda?

Aunque el Parkinson tiene un componente genético, no se considera hereditario en la mayoría de los casos. Se calcula que entre el 10% y el 15% de las personas con Parkinson tiene un pariente cercano con la enfermedad, pero la mayoría de ellos se consideran esporádicos.

En la mayoría de los casos, el Parkinson se desarrolla debido a una combinación de factores genéticos y ambientales, en lugar de un patrón de herencia simple. Las mutaciones en los genes mencionados anteriormente pueden aumentar el riesgo, pero no garantizan que una persona desarrolle la enfermedad.

¿Qué factores provocan el Parkinson?

Algunos de los factores de riesgo que pueden provocar Parkinson incluyen:

  • Exposición a toxinas. Ciertos pesticidas, herbicidas y metales pesados están vinculados con un mayor riesgo de Parkinson.
  • Lesiones en la cabeza. Traumatismos craneales graves o repetidos aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad.
  • Infecciones virales. Se han implicado algunas infecciones virales como posibles desencadenantes del Parkinson.
  • Edad. La mayoría de los casos se diagnostican después de los 60 años.
  • Sexo. Los hombres son más propensos a desarrollar Parkinson que las mujeres.
  • Historia familiar. Tener un pariente cercano con Parkinson aumenta el riesgo, aunque la mayoría de los casos no son heredados directamente.

¿Cómo prevenir el Parkinson?

No hay una forma garantizada de prevenir el Parkinson. Sin embargo, varios hábitos y estrategias contribuyen a reducir el riesgo de sufrir esta enfermedad:

Ejercicio regular

El ejercicio regular puede ayudar a proteger contra el Parkinson al mejorar la salud cardiovascular y la cerebral. Algunos tipos de ejercicio que contribuyen a prevenir la aparición de esta enfermedad son las actividades aeróbicas como nadar, caminar e ir en bicicleta. También se recomiendan los ejercicios de resistencia y flexibilidad.

Dieta saludable

Consumir una dieta rica en antioxidantes puede ayudar a combatir el estrés oxidativo. Las frutar y verduras frescas, especialmente las que tienen colores vivos, son buenas fuentes de antioxidantes. También hay que tomar grasas saludables, especialmente omega-3, y algunos estudios sugieren que el consumo moderado de café y té verde puede reducir el riesgo de padecer Parkinson.

Evitar toxinas

Minimizar la exposición a pesticidas y herbicidas, que están asociados a un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. También se debe evitar la exposición a ciertos productos químicos industriales que pueden suponer un riesgo para el desarrollo del Parkinson.

Estimulación mental

Participar en actividades que estimulen la mente, como por ejemplo la lectura, resolver rompecabezas y aprender nuevas habilidades. Además, mantener una vida social activa también puede reportar grandes beneficios para la salud cerebral y contribuir a la prevención de la enfermedad.

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