El flow en el deporte, también llamado flujo, se trata de un estado en el que los atletas parecen ser imparables, el momento en el que están que se salen y ni ellos mismos saben cómo llegan al máximo rendimiento. En este artículo te contamos qué es el estado de flujo en el contexto deportivo, el flow en el fútbol y en el gimnasio, además de cómo entrar en este estado para alcanzar el máximo potencial haciendo deporte.

¿Qué es el estado de flow en el fútbol?

Para los aficionados al fútbol, el estado de flow es como presenciar la conexión con el campo. Es más que simplemente jugar bien, se trata de una experiencia en la que el jugador y el juego están en armonía. En este estado, el futbolista parece estar un paso delante de todos los demás, anticipando cada movimiento del balón y de los oponentes. En este caso, cada toque que hace es preciso, cada pase está calculado y cada disparo va directo a marcar el gol.

Pero este estado, en el caso del fútbol, va más allá de la habilidad técnica. Es una experiencia mental en la que el futbolista está completamente inmerso en el juego, sin distracciones externas. Es en este estado de fluidez cuando el rendimiento del jugador alcanza su punto máximo, desbloqueando su potencial y llegando a niveles que rozan la excelencia.

¿Qué es el flow en el gimnasio?

El estado de flow no solo se puede experimentar en deportes de equipo como el fútbol, sino que cuando se trata del gimnasio, el deportista se sumerge por completo a su entrenamiento, conectando mente y cuerpo. Por lo tanto, cuando se alcanza el estado de flow en el gimnasio, cada repetición se percibe como una oportunidad de perfeccionar la técnica y cada respiración se sincroniza con el movimiento del cuerpo.

En este estado mental, las distracciones externas también desaparecen, de manera que el único foco está en realizar la rutina de entrenamiento. Además, se superan los límites físicos, alcanzando nuevos niveles de fuerza, resistencia y rendimiento atlético.

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¿Cómo entrar en el estado de flujo?

Entrar en el estado de flujo no es algo que suceda por casualidad, pero ¿cómo alcanzarlo? Pues con práctica y ciertas condiciones que te presentamos a continuación. Ahí van algunas estrategias que facilitarán entrar en el estado de flow:

  1. Definir objetivos claros: tener metas desafiantes es esencial para conseguir dicho estado. Por lo tanto, un consejo es establecer objetivos específicos para cada sesión de entrenamiento o competición.
  2. Concentración total: eliminar todas las distracciones y concentrarse completamente en la tarea en cuestión. Por ejemplo, apagar el teléfono, evitar pensamientos irrelevantes y enfocar la atención en el momento presente.
  3. Desafiar las habilidades: el estado de flujo ocurre cuando el nivel de habilidad del atleta coincide con el nivel de desafío de la actividad. Por lo tanto, es importante buscar constantemente metas que obliguen a superarse a uno mismo.
  4. Feedback inmediato: obtener una retroalimentación inmediata sobre el rendimiento ayuda a ajustar el enfoque y a mantener la concentración. En este caso, utilizar técnicas como el análisis de vídeo o trabajar con un entrenador, puede resultar efectivo.

¿Cómo mantener el estado de flujo?

Una vez entrado en este estado, es importante saber cómo mantenerlo y aprovecharlo al máximo. Ahí van algunos consejos para conseguirlo:

  1. Practicar la atención plena: esta técnica ayuda a mantener el enfoque en el presente y a evitar distraerse con pensamientos negativos o preocupaciones futuras.
  2. Aceptar los desafíos: en lugar de ver los desafíos como obstáculos, cabe aceptarlos y verlos como oportunidades para crecer y mejorar.
  3. Disfrutar del proceso: el estado de flow en el deporte es más probable que ocurra cuando se está disfrutando de lo que se hace. Encontrar el placer en el proceso de entrenamiento o competición es más importante que focalizarse en el resultado.

Aunque todos los deportistas quieren llegar el estado de flow, no siempre es fácil de alcanzar. Como hemos visto, requiere de práctica y dedicación, por lo que se define como un estado mental que se desarrolla a lo largo del tiempo. Sin embargo, una vez se llega a él, las recompensas merecen la pena.

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