Reuniones, imprevistos… problemas y más problemas. ¿Quién no se ha visto superado alguna vez por la situación en el trabajo? En esos momentos de desequilibrio mental nuestro cuerpo reacciona provocándonos síntomas de estrés laboral.
Se pueden vivir muchos momentos de nervios en el trabajo y muchas veces ocurre que nos llevamos parte de ese estrés a casa. Sin embargo, se convierte en un problema de salud cuando los síntomas no desaparecen y acaban por prolongarse en el tiempo.
¿Qué debemos hacer en esas situaciones? Tal y como apuntan los expertos, lo primero que debemos hacer es identificar qué es lo que nos provoca ansiedad en el trabajo y después buscar las mejores herramientas y combatirlo.
Si quieres ampliar tus conocimientos en psicología y te interesa este ámbito, puedes especializarte con el Postgrado en Tratamiento e Intervención de la Ansiedad y el Estrés.
Índice de contenidos
¿Qué causa estrés en el trabajo?
Para tratar y eliminar estos síntomas de angustia en el trabajo es importante que primero detectemos la “fuente de nuestros males”. Veamos algunos ejemplos que provocan estrés laboral:
- Demasiada carga de trabajo o sufrir malestar por no tener una ocupación.
- Entregas de trabajos incumplidas.
- Ausencia de reconocimiento por el trabajo bien hecho.
- No tener la oportunidad de expresar la opinión propia.
- Demasiada responsabilidad.
- No contar con apoyo por parte de compañeros o superiores.
- Tener inseguridad por la permanencia en el lugar de trabajo.
- No poder optar a una promoción dentro de la empresa.
- Enemistad entre los compañeros por prejuicios.
- Desempeñar un trabajo peligroso.
- Imprevistos por falta de atención o errores cometidos.
¿Qué síntomas manifiesta el estrés laboral?
Ya hemos hablado del origen o posibles causas que pueden provocarnos malestar en el trabajo. Pero, ¿cómo se manifiesta? Cuando se producen este tipo de situaciones nos dominan pensamientos negativos y poco optimistas que incluso pueden manifestar dolencias físicas en nuestro cuerpo. Los síntomas de estrés laboral más frecuentes son los siguientes:
- Malestar emocional. Somos más propensos a sufrir una autoestima baja, irritabilidad, nerviosismo e incluso ansiedad.
- Pensamientos confusos. Al estar más bajos de autoestima que de costumbre es fácil que nos cueste más de normal tomar decisiones e incluso bloquearnos mentalmente.
- Afectaciones en el comportamiento. Todo este desequilibrio mental puede arrastrarnos a una conducta destructiva, en el peor de los casos. Por ejemplo, al ser más vulnerables podemos fácilmente en una rutina poco saludable, como el tabaco o el alcohol. Por otro lado, puede afectar en gran medida a las horas de descanso.
- Bajo rendimiento en el trabajo. Faltas de asistencia, malos resultados, sentimiento de insatisfacción…
¿Qué podemos hacer para eliminar el estrés?
Dada la intensidad y presión a la que nos vemos sometidos en el trabajo, es fácil padecer síntomas de estrés laboral. Por ello, para remediarlo, es importante identificar qué nos lo causa, pues eso ayuda a controlar la situación y eliminarlo. Pero además de localizar la fuente de nuestro malestar, podemos recurrir también a una serie de ejercicios que psicológicamente nos ayudarán a superarlo. Veamos algunas técnicas recomendadas por los especialistas:
- Controlar nuestro cuerpo mediante técnicas corporales. Tal y como apuntan los expertos, ejercicios de relajación muscular, control de la respiración junto con música espiritual nos ayudarán a recuperar nuestro bienestar fisiológico, lo cual ayuda también a reducir el malestar mental.
- Aunque sea fácil decirlo y difícil hacerlo, es muy recomendable intentarlo. Ante este tipo de situaciones intenta suprimir los pensamientos negativos y sustitúyelos por pensamientos positivos. Se trata de una técnica cognitiva que también ayuda a superar la ansiedad.
- Ejercicios como la meditación, yoga o pilates van muy bien para la relajación y desprenderse de toda negatividad.
Además de probar todos estos ejercicios, siempre podemos recurrir a un profesional para que nos ayude a canalizar el estrés. En circunstancias complicadas puede ser difícil superar la situación por uno mismo. En esos casos no debemos dudar en pedir ayuda externa.