La psicología emocional se ocupa de conocer y gestionar los diferentes tipos de emociones. Cada persona experimenta sensaciones distintas que pueden influirles de una manera positiva o negativa. En este sentido, es importante conocer el grado de influencia de las emociones y controlar los efectos que tienen sobre la conducta. Si te gusta este ámbito y estás pensando en formarte, en nuestra escuela disponemos de un máster en psicología social + máster en educación social con el que podrás especializarte. Y, para que empieces a familiarizarte con el tema, a continuación te explicamos todo lo que debes saber sobre el estudio de las emociones.
Índice de contenidos
Definición de psicología emocional
La psicología emocional se refiere a la investigación y el estudio de las emociones para promover el autoconocimiento. A través de ello, una persona puede definir lo que siente y entender por qué reacciona de una forma u otra ante una situación. Con estos conocimientos, es más fácil analizarse de forma objetiva en determinadas circunstancias y conocer cuáles han sido las emociones experimentadas. Por lo tanto, esta información permite actuar y filtrar entre las emociones positivas y negativas.
Por ejemplo, en el caso de estar en un lugar que no es de nuestro agrado, pero sin poder irnos, las emociones negativas como la rabia, el enfado, la tristeza o el miedo comenzarán a tomar forma. En este caso, la psicología emocional permite aplicar varios métodos de gestión de emociones para cambiar esas sensaciones por otras más positivas como la alegría, el entusiasmo y el optimismo, entre otras.
¿Cuáles son los objetivos de la psicología de las emociones?
El principal objetivo de la psicología emocional es controlar las emociones, pero todavía más saber cómo manejar sensaciones que parecen incontrolables en situaciones problemáticas. Este tipo de psicología es aplicable a todas las personas, sin importar la edad, pues una de sus finalidades es promover el bienestar emocional. Y sobre ello son claves las siguientes áreas:
- El autoconocimiento emocional: permite detectar las emociones que estamos sintiendo y, a través de esta información, poseer las herramientas para modificar esas sensaciones que acentúan el malestar interno.
- Reconocer emociones ajenas: saber identificar tus propias emociones y la forma en la que afectan en la práctica, es clave para saber analizar a otras personas y comprender sus emociones.
Teorías de las emociones
A pesar de los avances de la sociedad, las emociones se han estudiado durante siglos y siguen siendo un campo de investigación fascinante para los científicos. Debido a la complejidad de su definición y funcionamiento, a lo largo de la historia han surgido varias teorías de la emoción. Las más destacadas se clasifican en tres categorías: neurológicas; la actividad del cerebro genera las respuestas emocionales, fisiológicas; en este caso, las respuestas intracorporales generan las emociones y las cognitivas; los pensamientos y otras acciones que se forman en la mente y que influyen en la existencia de las emociones.
A continuación, vamos a ver las teorías más importantes en relación a la emoción.
Teoría evolutiva de la emoción de Charles Darwin
Tras los estudios e investigaciones de Charles Darwin, sus ideas sobre las emociones le llevaron a una conclusión. Al igual que los humanos evolucionamos, las emociones también lo hacen. Con la búsqueda de la adaptación al entorno y sus condiciones, las emociones cambian como instinto para sobrevivir y reproducirse. Por lo tanto, según esta teoría, nuestras emociones surgieron para ayudarnos a sobrevivir, ya que nos motivan tras un estímulo del ambiente.
Teoría de la evolución cognitiva de Lazarus
Fue Richard Lazarus el primero en publicar esta teoría, la cual sostiene que el pensamiento tiene que darse antes que la experiencia de la emoción. Así pues, la acción sucede primero, lo que implica un estímulo y, por último, una emoción. Además, estas emociones son respuestas que nos ayudan a adaptarnos, interactuar con el entorno y comunicarnos con las personas en función de la valoración que percibimos sobre una situación.
Teoría de la emoción de James y Lange
El psicólogo, filósofo e historiador William James y el médico Carl Georg Lange publicaron casi simultáneamente, pero de manera independiente, trabajos enfocados en el origen de la emoción. Ambos coincidieron en que la emoción era el resultado de cambios fisiológicos frente a un estímulo. Además, el tipo de reacción emocional dependerá de la forma en la que interpretamos esa reacción física.
Para explicar esta teoría, James propuso el ejemplo del oso: si estuviéramos en un bosque y viéramos a un oso, instantáneamente aumentaría nuestro ritmo cardíaco y estaríamos listos para huir. Estos cambios físicos son la consecuencia del miedo. Por lo tanto, la aceleración del ritmo cardíaco no sucede porque tengamos miedo, sino que tenemos miedo porque nuestro corazón se ha acelerado.
Teoría de la emoción de Cannon y Bard
Según el científico y filósofo Walter Cannon, las emociones son las que generan las conductas y, a la vez, estimulan al organismo en casos de lucha o huída. Por lo tanto, esta teoría sostiene que la emoción se produce antes que las respuestas fisiológicas. Por ejemplo, sonreímos porque nos sentimos felices. Posteriormente a Cannon, el filósofo Bard quiso ampliar esta teoría. Según su aportación, las emociones se producen cuando el tálamo traslada un mensaje hacia el cerebro en respuesta a un estímulo, provocando después una reacción fisiológica.
Tipos de reacciones emocionales
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que experimentamos de forma continua, incluso sin ser conscientes de ello. Además, como ya hemos dicho anteriormente, pueden ser complicado poner nombre a una emoción y, más aún, saber cómo manejarla.
En el ámbito de la psicología se han establecido diferentes tipos de reacciones emocionales: básicas o primarias y secundarias.
- Emociones básicas o primarias: son todas esas emociones que sentimos tras un estímulo, como la sorpresa, el asco, la ira o el miedo.
- Emociones secundarias: son algo más complejas de identificar, ya que se perciben tras otra emoción básica. Para entenderlas mejor, podemos poner el ejemplo de los celos. Esta emoción se considera emoción secundaria, ya que se siente tras una mezcla de sentimientos de amor y miedo. Además, estas emociones pueden variar dependiendo de las experiencias vividas por cada persona.