El deterioro cognitivo es una preocupación creciente, especialmente a medida que la población envejece. Si bien no siempre se puede prevenir completamente, existen estrategias y actividades que ayudan a frenar su progresión. En este blog te contaremos cómo frenar el deterioro cognitivo y qué ejercicios y actividades se recomiendan para las personas de la tercera edad que lo sufren. ¡Vamos allá!

Cómo frenar el deterioro cognitivo

La respuesta a cómo frenar el deterioro cognitivo está en un enfoque integral. Debe considerar a la persona como parte de un todo que incluye tanto la salud mental como la física, por lo que algunas estrategias para frenar el avance de esta clase de enfermedad incluyen aspectos como:

  • Estilo de vida saludable. Mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio físico de forma regular, dormir adecuadamente y aplicar técnicas para controlar el estrés son los pilares para tener un envejecimiento saludable.
  • Estimulación cognitiva. Participar en actividades que desafíen la mente, como rompecabezas, crucigramas o juegos de mesa ayuda a mantener las funciones cognitivas. Además, también es recomendable el aprendizaje continuo tomando clases, aprendiendo un nuevo idioma o una nueva habilidad.
  • Socialización. Mantener relaciones sociales activas y participar en actividades comunitarias reduce el riesgo de deterioro cognitivo. El voluntariado y el grupo de apoyo pueden ofrecer oportunidades para ello.
  • Control de factores de riesgo. Incluye mantener un buen control de enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes, además de evitar el tabaco y el alcohol excesivo, lo cual puede dañar el cerebro y acelerar el deterioro cognitivo.

Tal vez te interese conocer cuáles son los tipos de deterioro cognitivo.

Ejercicios para frenar el deterioro cognitivo

Además de las estrategias mencionadas, existen ejercicios para frenar el deterioro cognitivo que pueden ayudar a mantener y mejorar las funciones cognitivas. Veámoslos.

Ejercicios mentales

Los rompecabezas y los juegos de estrategia permiten mantener un buen estado cognitivo. Para desafiar la mente y mejorar la capacidad de resolución de problemas se recomiendan juegos como el ajedrez, el sudoku y los rompecabezas, por enumerar algunos.

También practicar la memorización de listas, poemas o cartas, además de realizar crucigramas y sopas de letras. Estos juegos no solo son divertidos, sino que también ayudan a mejorar el vocabulario y la capacidad de pensamiento crítico.

Ejercicios físicos con beneficios cognitivos

La práctica de actividad física ha demostrado tener numerables beneficios cognitivos. En concreto, algunos ejercicios que se recomiendan incluyen:

  • Ejercicio aeróbico. Caminar, correr, nadar e ir en bicicleta mejoran la circulación y promueven la salud cerebral.
  • Yoga y Tai Chi. Estas prácticas no solo mejoran la flexibilidad y el equilibrio, sino que también reducen el estrés y promueven la atención plena.
  • Entrenamiento de fuerza. Tanto el levantamiento de pesas como los ejercicios de resistencia pueden mejorar la función cognitiva al aumentar la circulación sanguínea y la salud general.

Ejercicios sensoriales

Estimular los sentidos y mantenerlos ejercitados contribuye a frenar el deterioro cognitivo. Para ello, es recomendable practicar mindfulness, escuchar música o practicar el dibujo y la pintura, lo que mejora el pensamiento creativo y la coordinación mano-ojo.

No te pierdas: La música como estimulador cognitivo.

Ejercicios de lenguaje

Aprender un nuevo idioma desafía el cerebro y mejora tanto la memoria como la función ejecutiva. También es de gran utilidad escribir diarios, puesto que ayuda a mejorar la memoria y la capacidad de pensamiento crítico, y leer y discutir libros para mejorar la capacidad de razonamiento.

Ejercicios de memoria

Finalmente, esta clase de prácticas son clave en cuanto a cómo frenar el deterioro cognitivo. Juegos, asociaciones y mnemonics pueden ayudar a recordar información más fácilmente y frenar el avance de los síntomas de diversos tipos de demencia. Asimismo, practicar la recuperación espaciada en intervalos de tiempo concretos puede fortalecer la memoria a largo plazo.

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