La ansiedad en verano es una de las causas de la llegada del calor que muy pocos ven. Se trata de una condición mucho más común de lo que se cree, ¿quieres saber cómo aparece y qué se puede hacer para calmarla? Te invitamos a seguir leyendo para comprender más acerca del abordaje más efectivo para calmar y quitar los síntomas de la ansiedad en los meses de verano.
Índice de contenidos
¿Qué es la ansiedad en verano?
La ansiedad en verano es una condición en la que las personas experimentan síntomas de ansiedad que se agravan durante los meses de calor. Aunque la ansiedad puede aparecer en cualquier época del año, ciertos factores asociados con el verano contribuyen a intensificarla. Algunos de los más conocidos son el calor extremo, los cambios en la rutina, las expectativas sociales y las vacaciones, que, aunque parezcan idílicas, muchas veces ocultan emociones negativas.
Los síntomas pueden variar desde la preocupación constante y nerviosismo hasta ataques de pánico. Los síntomas comunes de la ansiedad en verano incluyen inquietud, irritabilidad, problemas de sueño, dificultad para concentrarse y una sensación abrumadora de agobio.
Profundiza: estos son los síntomas de la ansiedad.
¿Por qué el calor te da ansiedad? Causas
La ansiedad puede aparecer por varios factores. Los más comunes son psicológicos, pero también existen causas físicas del cuerpo que pueden desencadenar la aparición de sus síntomas ante el aumento de las temperaturas.
Estos son los factores fisiológicos:
- Aumento de la frecuencia cardíaca. El calor puede aumentar la frecuencia cardíaca y la respiración, lo que puede ser similar a los síntomas de un ataque de pánico y crear la sensación de ansiedad.
- Deshidratación. Es común en verano y puede provocar mareos, confusión y fatiga, los cuales pueden contribuir a aumentar los niveles de ansiedad.
- Desequilibrio electrolítico. La pérdida de electrolitos a través del sudor puede afectar la función cerebral y contribuir a sentimientos de ansiedad.
Por otro lado, también encontramos los factores psicológicos:
- Cambios en la rutina. Las vacaciones de verano y los cambios en la rutina diaria pueden causar estrés y ansiedad.
- Presión social. Las expectativas sociales de disfrutar el verano y participar en actividades al aire libre pueden ser abrumadoras para algunas personas.
- Exposición prolongada a la luz solar. Aunque es beneficiosa en moderación, la exposición prolongada puede alterar los patrones de sueño y contribuir a la ansiedad.
No te pierdas: Estrategias para mejorar tu estabilidad emocional.
¿Cómo quitar la ansiedad por el calor?
Existen varias estrategias para reducir la ansiedad en verano y mejorar el bienestar general durante los meses de más calor. Veámoslas:
Mantén tu cuerpo fresco
Bebe mucha agua a lo largo del día para mantenerte hidratado y reducir el riesgo de deshidratación. Esto contribuye a mantener el cuerpo fresco y combatir la deshidratación, igual que usar la ropa adecuada (ligera y de colores claros), y mantener tu hogar fresco. Puedes hacerlo utilizando ventiladores, aire acondicionado o cerrando las persianas durante las horas más calurosas del día.
Practica técnicas de relajación
Practica ejercicios de respiración profunda para calmar tu mente y cuerpo. Un ejemplo es la respiración diafragmática, donde inhalas profundamente por la nariz, permitiendo que tu abdomen se expanda, y luego exhalas lentamente por la boca.
También puedes recurrir a la meditación o al yoga, que combina tanto la respiración como el movimiento físico para calmar la mente y el cuerpo. Estas técnicas contribuyen a promover la relajación y ayudan a reducir la ansiedad.
Ajusta tu rutina
Trata de evitar las horas de calor intenso y realiza actividades al aire libre temprano en la mañana o al final de la tarde. También es importante que encuentres tiempo para ti mismo; ya sea para descansar o recargar energías, es importante que encuentres tiempo para dedicarte a lo que más te gusta y te relaja.
Asegúrate de tener un ambiente adecuado para dormir que sea fresco y oscuro. Utiliza sábanas ligeras y un ventilador o aire acondicionado si es necesario.
Alimentación adecuada
Es muy recomendable consumir comidas ligeras y frescas, como ensaladas y frutas, que no sobrecarguen tu sistema digestivo. También debes evitar la cafeína y el alcohol, puesto que contribuyen a la deshidratación y aumentan la ansiedad.
Finalmente, asegúrate de reponer los electrolitos que pierdes al sudar consumiendo bebidas deportivas o alimentos ricos en electrolitos, como plátanos o aguacates, por ejemplo.
Actividades físicas
Mantén una rutina de ejercicios regular, pero ajusta la intensidad y la hora del día para evitar el calor extremo. El ejercicio ayuda a liberar endorfinas, que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
Un deporte perfecto para hacer en verano es la natación. Esta actividad mantiene el cuerpo fresco mientras proporciona un buen entrenamiento cardiovascular. También puedes escoger las caminatas en la naturaleza, en áreas sombreadas como bosques o parques, para disfrutar del aire libre sin exponerse al sol directo.
Apoyo emocional
Conversa con amigos, familiares o un profesional para ayudarte a manejar la ansiedad. Compartir los sentimientos y preocupaciones proporciona alivio y apoyo. Otra opción que ha demostrado ser eficiente es llevar un diario de gratitud, lo que permite enfocarse en los aspectos positivos del día a día y reducir los sentimientos de ansiedad.
Estrategias adicionales
Otras técnicas para calmar la ansiedad en verano que puedes introducir en tu rutina incluyen:
- Limitar el tiempo en pantallas. Tanto teléfonos como computadores y televisores. Si reduces el tiempo que pasas con ellos, podrás reducir la ansiedad y mejorarás la calidad de tu sueño.
- Practica la gratitud. Enfócate en las cosas por las que estás agradecido. Esto puede cambiar tu perspectiva y ayudarte a manejar mejor la ansiedad.
- Establece metas realistas. No te sientas obligado a cumplir con todas las expectativas del verano. Sé más realista y permítete disfrutar del tiempo a tu propio ritmo.
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