La recaída de depresión es relativamente habitual cuando se combate contra esta enfermedad. La mejor manera de abordarla es a través de la prevención: hoy te contamos qué es exactamente, cuáles son sus síntomas y cómo tratarla adecuadamente. Quédate para conocerlo.

¿Qué es una recaída de depresión?

Una recaída de depresión ocurre cuando una persona que ha experimentado un episodio depresivo vuelve a presentar síntomas después de un período de mejoría o remisión. La recaída puede ser desencadenada por diversos factores, como el estrés, cambios en la vida, problemas de salud o incluso la suspensión prematura del tratamiento.

A diferencia de un episodio inicial, una recaída puede ser más difícil de manejar, ya que la persona podría sentir desesperanza al enfrentar nuevamente síntomas que pensaba haber superado. Pero esto no significa que el tratamiento anterior haya fallado, sino que la depresión es una condición crónica y recurrente para muchas personas. Las recaídas pueden ser parte del proceso y entenderlas es crucial para manejarlas adecuadamente.

Síntomas y señales

Reconocer los síntomas y señales de una recaída de depresión es esencial para intervenir temprano y evitar que la situación se deteriore. A continuación, describen algunos de los síntomas comunes que pueden alertar de la aparición de la recaída:

  • Empeoramiento del estado de ánimo. Aparecen sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza o vacío. También hay irritabilidad y frustración, y se produce una pérdida de interés o placer en actividades que antes se disfrutaban.
  • Cambios de apetito y sueño. Aumenta o disminuye el apetito, y hay dificultad para conciliar el sueño, insomnio o, por el contrario, necesidad de dormir en exceso.
  • Fatiga y falta de energía. Hay una sensación de agotamiento constante, incluso después de descansar. También es frecuente que sea difícil hacer tareas cotidianas debido a la falta de energía.
  • Dificultad para concentrarse. Puede tener problemas de concentración, para recordar detalles, tomar decisiones… Hay sensación también de que la mente está “nublada” o ralentizada.
  • Aislamiento social. La persona evita actividades sociales y reduce el contacto con amigos y familiares. Tiene sentimientos de soledad o de que los demás no entienden por lo que se está pasando.
  • Pensamientos negativos. Son recurrentes ideas acerca de la inutilidad, la culpa o la autocrítica excesiva, además de, en casos graves, pensamientos de autolesión o suicidio.

¿Cuánto dura una recaída de depresión?

La duración de una recaída de depresión puede variar ampliamente de una persona a otra, en función de factores como la gravedad de los síntomas o el apoyo con el que cuente, por ejemplo.

Algunos de los factores que influyen en la duración son el tratamiento inmediato, contar con un sistema de apoyo sólido y el grado de severidad. Asimismo, también es destacable la adherencia al tratamiento, algo básico para reducir la duración y severidad del episodio.

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¿Cómo tratar una recaída de depresión?

El tratamiento de una recaída de depresión se parece al de un episodio depresivo inicial, aunque puede requerir ajustes en la estrategia según las necesidad individuales y las experiencias pasadas. Es importante reanudar o iniciar la terapia con un psicólogo para poder manejar la depresión cuanto antes, además de acudir a un profesional para revisar la dosis de la medicación o cambiar a un tratamiento diferente.

Si se ha experimentado una recaída, es importante trabajar con los profesionales de salud mental para evaluar si el plan de tratamiento actual es el más adecuado. Esto podría implicar la combinación de medicamentos, nuevas terapias o la implementación de técnicas adicionales de manejo del estrés.

Otros enfoques para tratar una recaída de depresión incluyen:

  • Incorporar hábitos saludables. La actividad física regular, una alimentación saludable y una rutina de sueño regular son fundamentales para asegurar el bienestar emocional.
  • Fortalecer las redes de apoyo. Hablar abiertamente con el círculo cercano puede aliviar la carga emocional y proporcionar el respaldo necesario para enfrentar la situación. Aun cuando el impulso durante una recaída puede ser retirarse, es importante mantener conexiones sociales.
  • Prácticas de autocuidado. Introducir y fortalecer la presencia de técnicas de relajación en la rutina diaria, además de aplicar las herramientas del mindfulness y la meditación, puede ser beneficioso.

La terapia es fundamental para ayudar a restaurar el equilibrio mental y emocional. Conocer cómo funciona una recaída y estar preparados para su aparición, además, aumenta las posibilidades de éxito en el tratamiento.

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