Saber hacer una buena gestión del estrés puede ayudarnos y mucho a manejar esas situaciones que no sabemos gestionar porque superan nuestros recursos. En estos casos, es cuando sufrimos una sobrecarga que afecta negativamente a nuestro bienestar y qué no sabemos cómo resolver. No obstante, aunque parezca imposible acabar con ese estado de angustia, existen varias técnicas que podemos aplicar para mantener la ansiedad y el estrés a raya.
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¿Cómo reconocer el estrés?
Generalmente, el estrés se trata de una respuesta a una causa externa que genera malestar en las personas. Saber identificar cuándo se produce ese estado de nerviosismo es esencial para ponerle remedio. Por lo que vamos a ver cuáles son las señales o los síntomas, tanto psicológicos como fisiológicos, que advierten de que estamos siendo víctimas del estrés:
A nivel físico, los síntomas que experimenta el cuerpo ante una situación estresante son estos:
- Dolor de cabeza.
- Tensión o dolor muscular.
- Fatiga.
- Malestar estomacal.
- Dolor en el pecho.
- Insomnio.
El estado de ánimo también cambia según el grado de estrés que sufre la persona, generando reacciones como estas:
- Ansiedad e inquietud.
- Falta de motivación.
- Sentirse abrumado y sobrecargado.
- Irritabilidad o enojo.
- Tristeza o depresión.
- Además, un estado de estrés no resuelto también puede llevar a comer en exceso, tener arrebatos de ira, practicar menos ejercicio, aislarse socialmente, etc.
Técnicas para una buena gestión del estrés
El estrés forma parte de la vida cotidiana de las personas y, hasta cierto punto, puede ser positivo dado que nos permite estar alerta ante determinados estímulos. Eso sí, como todo en exceso, cuando un estado de estrés sobrepasa los límites puede acarrear serios problemas de salud. ¿Cómo evitar llegar a este punto? Si bien es cierto que en muchas ocasiones el estrés no puede evitarse, sí existen algunas técnicas para controlar la reacción que nos provoca. ¡Sigue leyendo!
Tips para manejar el estrés y la ansiedad
- Priorizar las tareas: una de las causas que genera un mayor estrés es la sobrecarga de tareas en relación con el tiempo que se tiene para hacerlas. Por esto, una buena manera de manejar la situación es decidir qué cosas se deben hacer de manera prioritaria y qué otras pueden esperar.
- Estar en contacto con personas que brindan apoyo emocional: rodearse de familia y amigos es una buena opción para sentirse más acompañado y tranquilo y, por ende, para reducir el estrés.
- Tomarse tiempo para uno mismo: ocupar el tiempo libre con hobbies y actividades que fomenten la distracción y la relajación.
- Pensar en lo positivo: obsesionarse en lo negativo no ayuda a superar el estado de estrés. Es mejor enfocarse en lo que se ha logrado y estar orgulloso por ello.
- Practicar ejercicio: es una manera ideal para liberar tensiones y no pensar en las preocupaciones del día a día.
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Gestión del estrés laboral
Normalmente, el estrés laboral se produce como consecuencia de un exceso de trabajo o cuando el empleado no se encuentra satisfecho en su puesto. Asimismo, existen factores como la autoridad que ejercen algunos responsables o los conflictos con compañeros de trabajo o los clientes con los que tratar, que también contribuyen a potenciar el estrés en el trabajo, conocido como síndrome de Burnout.
Aunque, como hemos dicho anteriormente, tener un poco de estrés (también en el trabajo) es favorable para sentirnos activados, cuando el estrés se desborda, la salud puede verse negativamente perjudicada. Para evitar llegar hasta ahí, se pueden aplicar técnicas de gestión laboral como estas que ayudan a prevenir estados de ansiedad en entornos laborales:
- Organizarse: priorizar las tareas y planificar con tiempo la entrega de los proyectos será útil para evitar imprevistos y tener clara la distribución del tiempo.
- Aprender a decir que “no” cuando sea necesario: comprometerse con demasiadas cosas cuando la carga de trabajo es elevada solo acentuará la ansiedad y el estrés. De ahí la importancia de saber marcar los límites y ver hasta dónde podemos llegar.
- Enfocarse: poner el foco en una tarea determinada hará que el trabajo salga mejor y se desarrolle con mayor rapidez.
- Concentrarse: limitar las distracciones y pedir a los demás que no molesten durante un tiempo determinado ayudará a poner la atención en la elaboración de una tarea sin factores externos que puedan interrumpir.
- Delegar: si no se llega a todo, es importante delegar la tarea en cuestión para asegurarse que el trabajo sale adelante pero sin generar estrés a nadie.
¿Por qué es importante controlar el estrés?
La gestión del estrés reside en buscar un equilibrio entre los deberes tanto laborales como personales y la tranquilidad mental. De esta manera, se tendrá una actitud óptima para hacer frente a todo tipo de situaciones que puedan surgir, sin que ello ponga en peligro el bienestar físico y psicológico.
Es importante recordar que no saber gestionar el estrés, y que este se convierta en una sensación permanente, puede ocasionar problemas de salud y desarrollar enfermedades, sobre todo relacionadas con la salud cardiovascular. De ahí la importancia de aprender a controlar el estrés y la ansiedad para lograr un estilo de vida saludable y sentir una mayor seguridad a la hora de lidiar con circunstancias complicadas o inusuales.