La ansiedad se puede manifestar de muchas maneras, y una de ellas es a través de pensamientos intrusivos. Estos son no deseados y perturbadores, y pueden causar un gran malestar en quién los tiene. A veces, pueden convertirse incluso en obsesión. En este blog, exploraremos qué son los pensamientos intrusivos en ansiedad, proporcionaremos ejemplos comunes y discutiremos estrategias para eliminarlos.
Índice de contenidos
¿Qué son los pensamientos intrusivos en ansiedad?
Los pensamientos intrusivos son ideas, imágenes o impulsos no deseados que pueden surgir de manera repentina y repetitiva en la mente de una persona. Pueden ser perturbadores, angustiantes y difíciles de controlar. Aunque todos pueden experimentas pensamientos intrusivos de vez en cuando, se vuelven problemáticos cuando se asocian con trastornos de ansiedad, como el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de estrés postraumático.
Las principales características de los pensamientos intrusivos son:
- Involuntarios. Surgen de manera espontánea, sin que la persona los haya provocado intencionadamente.
- Recurrentes. A menudo se repiten una y otra vez, lo que puede aumentar la ansiedad y el estrés.
- Angustiantes. Suelen ser perturbadores y pueden provocar sentimientos de culpa, vergüenza o miedo.
- Difíciles de controlar. Aunque la persona intente ignorarlos o suprimirlos, estos pensamientos persisten y pueden interferir con la vida diaria.
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Ejemplos de pensamientos intrusivos en ansiedad
Los pensamientos intrusivos pueden variar ampliamente en contenido y tema. Sin embargo, a menudo se centran en miedos y preocupaciones irracionales que poco tienen que ver con la realidad de quién los sufre.
Estos son ejemplos de pensamientos intrusivos en ansiedad de distintos ámbitos:
Pensamientos intrusivos de contenido violento
La persona puede tener preocupaciones sobre lastimar a alguien, incluso si no hay intención de hacerlo. Pueden aparecer imágenes de accidentes catastróficos que podrían ocurrir, por ejemplo, o también pensamientos acerca del miedo de perder el control y cometer actos violentos.
Pensamientos intrusivos de contenido sexual
Pueden ser pensamientos acerca de actos inapropiados o tabúes, o bien preocupaciones sobre la orientación sexual o dudas acerca de la identidad sexual de la persona. También es posible que sienta miedo de comportarse de manera inapropiada en situaciones sociales.
Pensamientos intrusivos relacionados con la salud
Uno de los pensamientos intrusivos en ansiedad más comunes es el miedo constante a tener una enfermedad grave. Es lo que se conoce como hipocondría, y es relativamente común entre las personas con altos niveles de ansiedad. También existen preocupaciones acerca de contaminarse o contagiarse de enfermedades o una obsesión con síntomas corporales menores y preocupación excesiva por su significado.
Pensamientos intrusivos de responsabilidad
Entre los más comunes encontramos:
- Preocupaciones sobre no haber cerrado la puerta con llave o apagado el horno.
- Miedo de haber cometido un error en el trabajo que tendrá graves consecuencias.
- Preocupaciones excesivas por el bienestar de los seres queridos, temiendo que algo malo les pueda suceder.
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Cómo eliminar los pensamientos intrusivos
Eliminar los pensamientos intrusivos puede ser un desafío, pero existen estrategias efectivas para manejarlos y reducir su impacto. Algunas técnicas que pueden ayudar incluyen:
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
Esta psicoterapia ha demostrado ser efectiva para abordar los pensamientos intrusivos y la ansiedad. Las personas pueden aprender a identificar y desafiar los pensamientos irracionales y reemplazarlos con patrones de pensamiento más realistas y positivos.
Esto es posible gracias a la reestructuración cognitiva. Consiste en identificar los pensamientos intrusivos y evaluar su racionalidad. Finalmente, se reemplazan los pensamientos negativos con afirmaciones más realistas.
También se aplica la exposición y prevención de respuesta. Se basa en enfrentarse gradualmente a las situaciones que desencadenan los pensamientos intrusivos sin realizar las conductas compulsivas que normalmente se usan para reducir la ansiedad.
Mindfulness y meditación
La práctica del mindfulness y la meditación puede ayudar a las personas a aceptar los pensamientos intrusivos sin juzgarlos ni intentar suprimirlos. Al aumentar la conciencia y la aceptación de los pensamientos, es posible reducir su poder y la ansiedad asociada a ellos.
Técnicas de distracción
Las distracciones saludables pueden ser una gran ayuda a la hora de desviar la atención de los pensamientos intrusivos y reducir su frecuencia. Actividades físicas como caminar o correr, o incluso la práctica del yoga han reportado múltiples beneficios en esta área. Además, participar en actividades que se disfruten y mantener la mente ocupada permite alejar esta clase de pensamientos.
Rutinas y hábitos saludables
Mantener un estilo de vida saludable puede contribuir a reducir la ansiedad y los pensamientos intrusivos. Asegurarse de dormir lo suficiente y mantener una rutina de sueño regular, además de comer de manera saludable y evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol, contribuye a mantener un buen estado de salud.
Todo ello, sumado a la actividad física regular, contribuye a la reducción de los niveles de estrés y, consecuentemente, de la ansiedad. Pero lo más eficaz de todo siempre es buscar apoyo profesional para poder recibir una atención adecuada en cada caso.
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