La neuropatía por estrés es un trastorno que afecta el sistema nervioso periférico como resultado de la exposición prolongada a situaciones de tensión o ansiedad. Esta afección suele manifestarse con síntomas físicos que incluyen dolor, entumecimiento y hormigueo en diversas partes del cuerpo, y es una condición que puede impactar significativamente en la calidad de vida. Hoy te contamos cuáles son los síntomas de neuropatía por estrés y cómo detectarlo: ¡infórmate!

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¿Qué es la neuropatía por ansiedad?

La neuropatía periférica es una condición que involucra daño a los nervios periféricos, aquellos que se encuentran fuera del cerebro y la médula espinal, y que permiten la comunicación entre el sistema nervioso central y el resto del cuerpo. La neuropatía puede ser provocada por diversas causas, como enfermedades autoinmunes, infecciones, desequilibrios metabólicos o, en algunos casos, altos niveles de estrés y ansiedad. Este último caso se denomina comúnmente “neuropatía por ansiedad” o “neuropatía por estrés”.

Esta clase de neuropatía surge cuando el estrés y la ansiedad prolongados llevan al cuerpo a un estado constante de alerta o de “lucha o huida”. En esta condición, el organismo libera hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, que si bien ayudan a responder a situaciones de emergencia, pueden generar efectos secundarios negativos cuando se liberan de forma constante. Esta sobrecarga de estrés genera una inflamación en el cuerpo que, en algunos casos, termina dañando los nervios.

A medida que la ansiedad aumenta y el cuerpo se encuentra en un estado crónico de tensión, los nervios pueden resentirse y desencadenar síntomas de neuropatía. Aunque esta condición es reversible en muchos casos, si no se trata adecuadamente, puede empeorar y convertirse en un problema persistente.

Algunas personas pueden experimentar neuropatía por ansiedad incluso sin tener una causa física evidente. En estos casos, se trata de una respuesta directa del sistema nervioso al estado de tensión constante. La mente y el cuerpo están íntimamente conectados, y la ansiedad crónica puede desencadenar síntomas físicos reales que se sienten con la misma intensidad que si fueran producto de una lesión física. Por ello, la neuropatía por ansiedad es una muestra clara de cómo la salud mental puede influir en la salud física.

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Síntomas de neuropatía por estrés

Los síntomas de la neuropatía por estrés pueden variar en intensidad y duración. Depende del nivel de estrés y de la predisposición individual de cada persona. Estos son algunos síntomas más comunes asociados con esta condición:

Dolor en las extremidades

Uno de los síntomas más frecuentes de la neuropatía por estrés es el dolor en las extremidades, especialmente en manos y pies. Este dolor puede variar desde una molestia leve hasta una sensación de ardor o punzadas intensas. Las personas que lo experimentan suelen describirlo como un dolor agudo o punzante que empeora en momentos de estrés.

Entumecimiento y hormigueo

Otro síntoma habitual es la sensación de entumecimiento o hormigueo en las manos, pies o incluso en el rostro. Esta sensación puede ser intermitente o constante y, en muchos casos, se intensifica en momentos de alta ansiedad o nerviosismo. El entumecimiento y el hormigueo son causados por la alteración en la comunicación entre los nervios y el cerebro, lo cual ocurre cuando el estrés afecta la función nerviosa normal.

Sensación de debilidad

La neuropatía por estrés también puede provocar debilidad muscular, especialmente en las piernas y brazos. Esta debilidad puede hacer que realizar tareas cotidianas, como caminas o sostener objetos, sea más complicado, lo que contribuye al aumento de la ansiedad en la persona afectada.

Calambres musculares

Los calambres son contracciones involuntarias de los músculos que pueden ser dolorosos y suelen aparecer de manera repentina. En el contexto de la neuropatía por estrés, estos calambres pueden ser una respuesta del sistema nervioso a la sobrecarga de tensión y pueden empeorar en situaciones de estrés o ansiedad extrema.

Problemas de coordinación

Las personas con neuropatía por estrés pueden experimentar dificultades para mantener el equilibrio o para coordinar movimientos precisos. Este síntoma es particularmente preocupante, ya que puede aumentar el riesgo de caídas y lesiones.

Fatiga constante

Aunque el consancio no es un síntoma exclusivo de la neuropatía, las personas que experimentan esta condición suelen sentirse fatigadas de forma persistente. Esta fatiga es tanto física como mental y puede derivarse del esfuerzo constante que el cuerpo realiza para lidiar con el dolor y los síntomas físicos derivados del estrés.

¿Cómo tratar la neuropatía por estrés?

El tratamiento de la neuropatía por estrés se centra en aliviar los síntomas y, sobre todo, en reducir los niveles de ansiedad que la provocan. Algunas estrategias efectivas para abordarla incluyen:

  • Tratamiento médico. Como analgésicos o antidepresivos, que ayudan a regular los niveles de serotonina y noradrenalina en el cerebro. La fisioterapia también puede ser útil para mejorar la movilidad y fortalecer los músculos debilitados por la neuropatía.
  • Manejo del estrés. Las técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, son herramientas efectivas para reducir los niveles de ansiedad y prevenir el deterioro del sistema nervioso.
  • Terapia psicológica. Ayuda a identificar los patrones de pensamiento que desencadenan la ansiedad y enseña estrategias para cambiarlos por otros más positivos y adaptativos.
  • Cambios en el estilo de vida. Mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico de forma regular y dormir lo suficiente son aspectos básicos para mantener el sistema nervioso en buen estado.
  • Mindfulness y técnicas de relajación. Enseña a vivir el momento presente, reduciendo la ansiedad por el futuro y las preocupaciones constantes.
  • Apoyo emocional. Contar con una red de apoyo puede reducir los niveles de estrés y hacer que el proceso de tratamiento sea más llevadero.

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