El duelo es una respuesta emocional compleja ante una pérdida significativa, como la muerte de un ser querido, la ruptura de una relación o el final de una etapa vital importante. Aunque se trata de una experiencia universal, no todos los duelos son igual. Existen distintos tipos de duelos, y cada uno presenta sus propios desafíos y características. Además, el proceso puede variar de una persona a otra según la naturaleza de la pérdida y sus factores personales y contextuales.

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¿Cuántos tipos de duelos hay?

Existen diferentes tipos de duelos que las personas pueden experimentar a lo largo de sus vidas. Estos se clasifican según la naturaleza de la pérdida y cómo las personas reaccionan ante ella.

Duelo normal

Es el proceso natural y esperado tras una pérdida significativa. Este tipo de duelo sigue una serie de fases que incluyen la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación, aunque no necesariamente en ese orden o de manera lineal. Con el tiempo y el apoyo adecuado, las personas pueden adaptarse a la pérdida y seguir adelante con sus vidas.

Duelo anticipado

Este tipo de duelo ocurre antes de que la pérdida suceda realmente. Es común en situaciones en las que se espera una muerte inminente, como en el caso de enfermedades terminales. Las personas comienzan a procesar la pérdida antes de que eso ocurra, lo que puede facilitar el duelo una vez que la pérdida se concreta, pero también puede generar emociones contradictorias mientras la persona aún está presente.

Duelo complicado

En algunos casos, el proceso de duelo se prolonga más allá de lo que es considerado normal y las personas tienen dificultades para aceptar la pérdida. Este tipo de duelo puede manifestarse en formas de negación persistente, incapacidad para retomar la vida diaria o emociones intensas y duraderas de dolor. Es un tipo de duelo que requiere de apoyo psicológico especializado.

Duelo no reconocido

A veces, las pérdidas no son validadas por la sociedad, lo que complica el proceso de duelo. Esto puede ocurrir en casos como la muerte de una expareja, una mascota o la pérdida de un embarazo en etapas tempranas. La falta de reconocimiento externo puede hacer que la persona se sienta aislada y que su dolor no sea comprendido o aceptado.

Duelo inhibido o reprimido

En este tipo de duelo, la persona no muestra síntomas de duelo de manera inmediata, pero las emociones relacionadas con la pérdida pueden aparecer más adelante de formas inesperadas, como problemas físicos o emocionales. El dolor se guarda y no se expresa adecuadamente, lo que puede afectar negativamente la salud mental y física.

Duelo traumático

Este tipo de duelo se presenta cuando la pérdida es repentina, violenta o inesperada, como en casos de accidentes, homicidios o desastres naturales. El duelo traumático puede incluir sentimientos de shock, incredulidad y una mayor dificultad para aceptar la pérdida. Además, la persona puede experimentar síntomas relacionados con el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Duelo colectivo

Se refiere al duelo compartido por un grupo de personas o una sociedad entera, como el que puede ocurrir tras un desastre natural, una tragedia nacional o la muerte de una figura pública importante. Aunque el duelo colectivo no es personal, puede generar sentimientos de pérdida y conmoción profundos en las personas.

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¿Qué duelo es más difícil de superar?

Determinar qué tipo de duelo es más difícil de superar depende de una combinación de factores tanto emocionales como psicológicos y contextuales. Sin embargo, el duelo complicado y el duelo traumático se consideran los más difíciles debido a la naturaleza de las emociones y las circunstancias que los rodean.

Las personas que atraviesan un duelo complicado experimentan dificultades para aceptar la realidad de la pérdida y siguen atrapadas en un ciclo de dolor que interfiere en su vida diaria. La intensidad y duración hacen que sea especialmente difícil de superar sin ayuda profesional.

Por su parte, el duelo traumático está relacionado con pérdida que ocurren de forma inesperada o violenta, lo que provoca un impacto emocional profundo. El choque inicial y la forma en que ocurrió la pérdida pueden generar emociones complejas como la sensación de injusticia, miedo o culpa. Además, este tipo de duelo puede desencadenar en trastornos de estrés postraumático, lo que complica aún más la capacidad de procesar y superar la pérdida. Por ello, es uno de los tipos de duelos más difíciles de superar.

Tratamiento para el duelo en psicología

Para tratar el duelo en psicología el objetivo es procesar y gestionar las emociones para que puedan adaptarse a la pérdida y recuperar un equilibrio emocional. Existen varias aproximaciones terapéuticas que pueden ser efectivas:

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC). Ayuda a las personas a identificar y modificar los pensamientos negativos o distorsionados que pueden surgir durante el duelo. La TCC también enseña estrategias para manejar el dolor emocional y desarrollar habilidades de afrontamiento. Es especialmente útil en casos de duelo complicado, donde la persona puede estar atrapada en patrones de pensamiento negativos que prolongan el sufrimiento.
  • Terapia de duelo. Se centra en el proceso de duelo en sí y consiste en explorar las emociones, hablar sobre la pérdida y encontrar formas de honrar a la persona o la situación perdida. La terapia de duelo ofrece un espacio seguro para que las personas expresen su dolor y reciban apoyo en cada etapa del proceso.
  • Terapia de grupo. Participar en grupos de apoyo con otras personas que están pasando por un proceso de duelo puede ser muy beneficioso, ya que escuchar y compartir acerca de cómo enfrentar el dolor proporciona consuelo y una sensación de comunidad.
  • Terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares). Esta terapia es particularmente efectiva en casos de duelo traumático, ya que ayuda a las personas a procesar recuerdos traumáticos y reducir la intensidad de los síntomas relacionados con el estrés postraumático. Permite a las personas trabajar en los recuerdos dolorosos de manera más controlada y menos perturbadora.
  • Terapia de aceptación y compromiso. Ayuda a aceptar las emociones dolorosas que surgen durante el duelo sin tratar de evitarlas o reprimirlas. Por ello, se fomenta la aceptación del dolor como una parte inevitable de la vida, mientras se trabaja para encontrar un propósito y significado tras la pérdida.

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