Aunque el estrés puede ser útil en momentos concretos, cuando se vuelve crónico tiene efectos adversos en el organismo. Sistema parasimpático y estrés pueden ir de la mano en muchos casos: esta parte del sistema nervioso autónomo desempeña un papel crucial en la regulación de funciones corporales durante los períodos de descanso y relajación.
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Índice de contenidos
Sistema parasimpático y estrés: ¿cómo afecta?
El sistema parasimpático es una de las dos divisiones principales del sistema nervioso autónomo. La otra es el sistema simpático. Mientras que el simpático es responsable de preparar el cuerpo para la respuesta de “lucha o huida” ante el estrés, el sistema parasimpático se encarga de devolver al cuerpo a un estado de calma promoviendo el “descanso y digestión”. Su función principal es reducir la frecuencia cardíaca, promover la digestión y disminuir el consumo de energía cuando el cuerpo no necesita mantenerse alerta.
Sin embargo, cuando nos sometemos a situaciones estresantes prolongadas, se interfiere en el correcto funcionamiento del sistema parasimpático. Esto provoca efectos negativos en la salud como:
- Disminución de la capacidad de relajación. Una vez que el factor estresante desaparece, el sistema parasimpático debería activarse para restaurar la calma. Pero, cuando el estrés es constante, este sistema tiene dificultades paraactivarse adecuadamente, lo que impide que el cuerpo se relaje completamente.
- Problemas digestivos. Como el sistema parasimpático se encarga de la digestión, su inhibición por el estrés prolongado puede provocar trastornos digestivos como indigestión, estreñimiento o síndrome del intestino irritable.
- Alteración del sueño. El sistema parasimpático también se encarga de preparar al cuerpo para el descanso, pero ante el estrés continuo no puede funcionar de manera óptima.
- Compromiso del sistema inmunológico. La activación constante del sistema simpático por estrés puede debilitar las defensas del cuerpo, haciendo a las personas más susceptibles a infecciones y enfermedades.
¿Qué parte del sistema nervioso se activa con el estrés?
El estrés activa principalmente el sistema nervioso simpático, que es la contraparte del sistema parasimpático dentro del sistemas nervioso autónomo. Al percibir una situación amenazante, el hipotálamo envía señales a las glándulas suprarrenales para liberar hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, que desencadenan una serie de respuestas fisiológicas:
- Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Esto permite que más sangre rica en oxígeno llegue a los músculos, preparándolos para reaccionar con rapidez.
- Dilatación de las pupilas. El objetivo es mejorar la visión y la percepción del entorno.
- Reducción de la actividad digestiva. El cuerpo desvía la energía de funciones no esenciales, como la digestión, para concentrarse en la supervivencia inmediata.
- Liberación de glucosa y grasas. Las reservas de energía del cuerpo se movilizan para proporcionar combustible adicional a los músculos.
Además del sistema nervioso simpático, el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) también se activa en situaciones de estrés. Este eje regula la liberación de cortisol, que tiene efectos a largo plazo sobre el metabolismo, la inflamación y la función inmune.
Cómo relajar el sistema parasimpático
Afortunadamente, existen varias prácticas y técnicas para activar el sistema parasimpático y contrarrestar los efectos negativos del estrés. Sistema parasimpático y estrés suelen ir de la mano, pero a través de esta técnicas es posible devolver el organismo a un estado de mayor normalidad:
Respiración profunda y consciente
La respiración diafragmática implica inhalar profundamente por la nariz, expandiendo el abdomen, y luego exhalar lentamente por la boca. Se trata de una técnicas que ayuda a reducir la frecuencia cardíaca y permite fomentar un estado de relajación.
Meditación y atención plena
La meditación y las prácticas de mindfulness ayudan a reducir la activación del sistema simpático y promueven la calma mental. Estas técnicas entrenan la mente para enfocarse en el presente y reducir las preocupaciones relacionadas con el futuro o el pasado.
Ejercicio físico
Aunque el ejercicio puede parecer una actividad estimulante, en realidad tiene efectos positivos a largo plazo sobre el sistema parasimpático. Después de realizar actividad física, el cuerpo se relaja naturalmente y se activa el sistema parasimpático para facilitar la recuperación. El yoga, en particular, es muy eficaz para equilibrar ambos sistemas.
Relajación muscular progresiva
Esta técnica se basa en tensar y luego relajar diferentes grupos musculares, lo que puede ayudar a liberar la tensión acumulada y activar el sistema parasimpático. Comienza con los pies y va subiendo progresivaamente por todo el cuerpo, fomentando la concentración para relajar cada área.
Música relajante
La música suave y calmante puede influir directamente en el sistema nervioso autónomo, promoviendo la activación del sistema parasimpático. Los sonidos de la naturaleza, como el agua fluyendo o el viento entre los árboles, también pueden tener un efecto similar en el organismo.
Terapias naturales
Ciertas prácticas como la aromaterapia, con aceites esenciales de lavanda, manzanilla o bergamota, tienen propiedades calmantes que ayudan a activar el sistema parasimpático. Estas esencias pueden inhalarse o aplicarse en puntos específicos del cuerpo, como las sientes o el cuello.
Conexión social y apoyo emocional
Pasar tiempo con amigos, familiares o seres queridos puede tener un impacto positivo en el sistema parasimpático. Esto se debe a que las interacciones sociales fomentan el bienestar emocional, y la sensación de apoyo reduce los niveles de estrés para favorecer la activación de este sistema.
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