La salud cognitiva nos permite desarrollar el pensamiento crítico y es la que fomenta la adquisición de nuevas habilidades. Gracias a ella podemos realizar un sinfín de tareas y ‘mantenernos despiertos’ ante lo que sucede a nuestro alrededor. Sin embargo, no es estática: nuestro bienestar cognitivo puede variar con los años y hay que ejercitarlo. ¿Cómo? Conócelo a continuación.
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¿Qué es la salud mental y cognitiva?
La salud cognitiva es la capacidad del cerebro para recordar, analizar y procesar datos. Es aquello que nos permite memorizar información, gracias a lo que nos acordamos de la lista de tareas o podemos sacar buenas notas en un examen. Incluye habilidades como la capacidad de aprender nuevos talentos, la resolución de problemas o tener pensamiento crítico, por lo que se trata de un elemento crucial en el desarrollo cognitivo.
Podemos entrenar esta capacidad y potenciarla durante nuestra vida. Durante todo lo que vivimos y las experiencias que atravesamos acumulamos conocimientos, practica, talentos… formando lo que se conoce como reserva cognitiva. Alguien a quien le gusta mucho jugar al tenis, por ejemplo, desarrollará una buena percepción visual de objetos en movimiento, puesto que estará entrenando esta capacidad.
A través de vivencias, conocimientos y talentos desarrollamos, además, más y mejores conexiones neuronales. Sin estos estímulos, se facilita el proceso de envejecimiento y los problemas de salud empiezan a afectar a las capacidades.
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¿Qué ayuda a la salud cognitiva?
Tener una vida activa, en general, es muy beneficioso para mantener la capacidad de nuestro cerebro. Para ello, podemos diferenciar entre 3 pilares de la salud mental que influyen en la salud cognitiva:
- Funciones cognitivas. Estas incluyen la capacidad de atención, las visoespaciales, la orientación, el lenguaje, las gnosias… Son todas aquellas habilidades que nos permiten interactuar con el mundo.
- Sociabilidad. Relacionarnos con los demás es uno de los mejores remedios para mantenernos con un cerebro joven. Participar en actividad y expresar las emociones es una importante fuente de estimulación para el cerebro.
- Capacidad física. Cuidar nuestro cuerpo también influye. Mantener las capacidades de fuerza, resistencia y flexibilidad favorecerán el desarrollo cognitivo.
Pero, ¿qué podemos hacer para mejorarla? A continuación, veamos algunos ejercicios, prácticas y nuevos hábitos que pueden contribuir a fortalecer la salud cognitiva.
Aprende más sobre ejercicios para estimular la capacidad cognitiva.
¿Cómo mejorar la capacidad cognitiva en adultos?
Para mejorar el desarrollo cognitivo debemos poner nuestras capacidades a prueba, aportando nuevos estímulos a nuestro cerebro y hacerlo trabajar. El proceso es muy parecido a cuando aprendemos a conducir: al principio nos cuesta mucho, pero con los años todo se vuelve automático y ni siquiera lo pensamos. Eso es porque nuestro cerebro ha construido una nueva habilidad, la ha trabajado y la ha vuelto suya.
Así, para mejorar la capacidad cognitiva en adultos debemos ponernos a prueba. Algunas formas creativas y retadoras para hacerlo son:
- Aprender un nuevo idioma.
- Leer libros.
- Aprender a cocinar nuevas recetas.
- Practicar un deporte.
- Salir de la zona de confort.
- Realizar crucigramas y juegos de memoria.
- Aprender a tocar un instrumento musical.
Estos pequeños retos ayudan a que el cerebro se mantenga fuerte. Además de ellos, introducir nuevos hábitos saludables como una buena alimentación, realizar ejercicio de forma regular, controlar el estrés, dormir bien y socializar con los demás resulta fundamental para garantizar una buena salud cognitiva.
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