La autoestima es una pieza fundamental en el bienestar emocional y psicológico de cualquier persona. Es la valoración y el aprecio que uno tiene hacia sí mismo y se manifiesta en la confianza de nuestras habilidades y el respeto por nuestros propios sentimientos y deseos. Sin embargo, muchas personas luchan con la baja autoestima, lo que puede llevar a sentimientos de inseguridad y ansiedad. Este es uno de los principales problemas que deben abordar los psicólogos en terapia, y para ello utilizan ejercicios para mejorar la autoestima y fortalecer la confianza en uno mismo. Hoy te traemos algunos de los más efectivos.

¿Cómo tratar la inseguridad y la baja autoestima?

La inseguridad y la baja autoestima pueden tener diversas raíces, como experiencias traumáticas, críticas constantes, comparaciones sociales y expectativas inalcanzables. Para tratarlas, es crucial abordar tanto las causas subyacentes como los síntomas que afectan nuestra vida diaria.

Aquí hay algunas estrategias para tratar la inseguridad y la baja autoestima:

  • Reconocer y aceptar las emociones.
  • Identificar las creencias limitantes.
  • Practicar la autocompasión.
  • Buscar apoyo de amigos y familiares.

Sin embargo, y aunque estas estrategias son eficaces, siempre es mejor poner en práctica ejercicios psicológicos para mejorar la autoestima. Veamos cuáles son y cómo se aplican.

10 ejercicios para mejorar la autoestima

Estos 10 ejercicios para mejorar la autoestima pueden ayudar a mejorar la confianza en uno mismo y la propia percepción. Por ello, habitualmente se prescriben desde la terapia psicológica para acompañar el proceso y ayudar a la persona a sentirse satisfecho con quién es.

Diario de gratitud

Tanto en el caso de la autoestima como en el del abordaje de trastornos ansioso o depresivos, el diario de gratitud puede ser de gran utilidad. Se basa en anotar diariamente cosas por las que estamos agradecidos. Puede ser cualquier cosa, desde un buen día en el trabajo hasta un simple gesto amable de un amigo. A través de este ejercicio la persona pone el foco en lo positivo de su vida, lo que puede mejorar su percepción de sí mismo.

Afirmación de cualidades

Las afirmaciones positivas son declaraciones que nos repetimos para contrarrestar los pensamientos negativos. Por ejemplo, decir “Soy capaz y valioso” puede cambiar la forma en que nos vemos a nosotros mismos. Por supuesto, este ejercicio no funciona desde el primer día, sino que su eficacia se basa en la repetición. A través. de afirmaciones positivas diarias, el paciente va sentando las bases de una autoestima sólida y cambia su percepción acerca de sí mismo.

Cuidar de la salud física

La conexión mente-cuerpo es poderosa, como muchos estudios han confirmado. La práctica regular de ejercicio, mantener una dieta equilibrada y priorizar el descanso adecuado puede mejorar la salud física y la mental. Además, como punto extra, sentirse bien físicamente puede aumentar al confianza en uno mismo.

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Aprender algo nuevo

Adquirir nuevas habilidades y conocimientos no solo mejora la competencia de una persona, sino que también lo otorga sentido de logro. Esto puede ser cualquier cosa: un idioma nuevo, aprender a tocar un instrumento, adquirir habilidades de cocina, empezar un hobby nuevo… Cualquier cosa que le haga sentirse bien y en lo que pueda notar un sentimiento de realización.

Establecer límites

Aprender a decir “no” y marcar límites saludables es crucial para mantener la autoestima. Nadie debe sentirse obligado a complacer a los demás a costa de su propio bienestar, por lo que a través de esta práctica el paciente puede empezar a hacerse responsable y proteger su energía y su propia autoestima.

Practica la meditación y el mindfulness

La meditación y el mindfulness nos ayudan a estar presentes y a aceptar nuestros pensamientos y sentimientos sin juzgarlos. Estas prácticas pueden reducir el estrés y la ansiedad, y mejorar la relación de una persona con ella misma. Se trata de una práctica sencilla a la que se le pueden dedicar unos minutos al día, de manera que resulte sencillo introducirla en la rutina y convertirla en un hábito.

Rodearse de personas positivas

Las personas con las que nos relacionamos a diario tienen un gran impacto en cómo nos percibimos a nosotros mismos, en nuestra autoestima. Es importante rodearnos de personas que nos apoyen y nos hagan sentir bien. Evitar las relaciones tóxicas y buscar compañía positiva puede fortalecer la autoestima, por lo que un buen ejercicio es identificar quiénes de nuestro alrededor transmiten energía positiva y estrechar lazos con ellos.

Voluntariado

El voluntariado nos permite ver el impacto positivo que podemos tener en el mundo, lo cual puede ser muy gratificante. Para aquellas personas que tienen una baja percepción de sí mismos, apuntarse a actividades de esta clase puede ayudarles a obtener una visión más positiva y valorar su papel en la sociedad.

Reflexiona sobre tus logros

Tómate el tiempo para reflexionar sobre tus logros y éxitos, por pequeños que sean. Hacer una lista de estos logros puede servir como un recordatorio tangible de las propias capacidades y fortalezas. Ser conscientes de los éxitos pasados ayuda no sólo a aumentar la motivación para perseguir nuevos objetivos, sino a contemplar los fracasos desde una perspectiva más saludable.

Trabajar el diálogo interno

Nuestro diálogo interno, o la forma en que hablamos con nosotros mismos, tiene un gran impacto en la autoestima de una persona. Por ello, en terapia es recomendable trabajar el diálogo interno y cambiarlo hacia uno más positivo y constructivo capaz de transformar la autopercepción. Se basa en sustituir las críticas constantes por amabilidad, respeto y autocompasión.

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