Existen tantos tipos de fobias como personas en el mundo. Y es que podemos desarrollar un miedo a múltiples situaciones, acciones, objetos, seres vivos… En este artículo vamos a ver cuáles son las fobias más comunes y sus causas. ¿Quieres ir más allá y profundizar en los orígenes, el diagnóstico y la intervención de fobias? A través de nuestro máster en psicología online podrás ampliar tus competencias en el diagnóstico y tratamiento psicológico de los trastornos de ansiedad.

¿Qué es una fobia?

Una fobia es un trastorno basado en un miedo intenso, irracional y desproporcionado ante distintas situaciones u objetos. Precisamente, ese nivel de pánico excesivo es lo que marca la diferencia entre la fobia y el miedo, ya que en la fobia la ansiedad se dispara hasta tal punto que resulta incapacitante. Asimismo, la fobia va más allá, afectando a la persona en su desarrollo en otros ámbitos de su vida (académico, laboral, social…).

Así pues, el miedo que caracteriza a las fobias es desmesurado y excesivo. O lo que es lo mismo, es un temor hacia una amenaza que no se ajusta a la realidad, o que el pánico que desencadena es exagerado para ese tipo de situación u estímulo.

Causas de las fobias específicas

Cerca de un 10% sufre alguna fobia en todo el mundo. Las fobias pueden ser muy diversas y de naturaleza distinta, eso sí, el punto que tienen en común es una desproporcionada ansiedad y sentimientos intensos de temor y malestar ante las situaciones u objetos que generan ese pánico.

La gran pregunta es: ¿de dónde nacen las fobias? ¿Por qué hay personas que tienen miedo a las arañas, otras pánico a volar o a permanecer en espacios cerrados? Debemos saber que el miedo es una emoción primaria o básica, es decir viene de forma innata con nosotros y se pone de manifiesto para alterarnos de un peligro y protegernos, pero las fobias no las traemos de nacimiento, sino que las adquirimos a lo largo de nuestra vida por motivos como estos:

  • Experiencias negativas de forma directa o indirecta: haber vivido en primera persona o haber presenciado una situación desagradable relacionada con el escenario, el objeto o el animal que provoca el miedo.
  • Por fuentes de información: las advertencias de padres, madres y otras personas del entorno, además de las noticias que oímos, pueden favorecer el desarrollo de ciertas fobias.
  • Por sensibilidad: hay personas que son más sensibles y vulnerables, lo cual hace más probable que desarrollen las fobias y más aún si existe una de las causas anteriores.
  • Por ser estímulos más proclives a provocar fobias: según varios estudios, hay estímulos que se perciben como fobias con más facilidad. Por poner un caso más práctico, desde siempre las situaciones con algunos animales han supuesto una amenaza y la necesidad de reaccionar para protegerse. De ahí que sea muy común el miedo a las serpientes, por ejemplo.

Los 7 tipos de fobias más comunes

Los diferentes tipos de fobias están clasificadas en la categoría de trastornos de ansiedad en el DSM-V – Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría. En general podemos hablar de tres tipos de fobias:

  • Fobia social: temor y ansiedad intensa y persistente ante la interacción con otras personas, donde el sujeto se siente observado y juzgado por los demás.
  • Agorafobia: miedo y ansiedad intensos en lugares con aglomeraciones donde es difícil escapar o donde no existe posibilidad de pedir ayuda.
  • Fobias específicas: miedo o ansiedad ante objetos, acciones o situaciones concretas que se perciben como estímulos fóbicos. A continuación, hablamos de algunos de los tipos de fobias específicas más comunes.

1. Fobia a volar o aerofobia

El miedo a volar es uno de los tipos de fobias más frecuentes en la sociedad. La aerofobia es el pánico que siente la persona ante la idea de tener que volar, experimentando un profundo miedo de forma anticipada a tomar el vuelo.

Cabe diferenciar en este caso las personas que sienten respeto a volar, es decir, que no les parece una sensación agradable y que les gustaría evitar (entorno al 90%), de quienes sufren la verdadera fobia a volar, de una forma más desmesurada (aproximadamente un 3%).

En este caso, cabe mencionar que también existen fobias relacionadas con otros métodos de transporte, como por ejemplo la amaxofobia. Esta patología describe el miedo irracional a conducir un coche o incluso subirse a él.

2. Miedo a las alturas o acrofobia

La acrofobia es el miedo irracional y profundo hacia las alturas. En estos casos, las personas que lo padecen suelen sufrir sudores, mareos e inestabilidad en balcones, palcos, estadios de fútbol, teatros, atracciones, etc.

3. Miedo a los espacios cerrados o claustrofobia

El miedo a los espacios cerrados como ascensores, túneles, cuevas o vías del metro suele provocar dificultades para respirar y sensación de falta de oxígeno ante la creencia de no poder escapar.

4. Fobia a los animales o zoofobia

Otro de los tipos de fobias más recurrentes es el miedo a los animales o zoofobia, que trata de un pánico irracional hacia cualquier tipo de animal. En casos concretos, podemos hablar de algunos más conocidos como el miedo a las arañas (aracnofobia) o el miedo a los perros (cinofobia).

La zoofobia se produce cuando la persona visualiza la sensación desagradable que le produce un determinado animal y la necesidad de tener que escapar. Asimismo, esta fobia suele generar sentimientos de repugnancia,

5. Miedo a conducir o amaxofobia

La amaxofobia puede manifestarse a raíz de sufrir un accidente de coche o de presenciarlo, pero también puede surgir de forma innata sin haber tenido una mala experiencia relacionada con el vehículo y sin ni siquiera haber intentado nunca conducirlo.

6. Fobia a la sangre, inyecciones y heridas (hematofobia)

La hematofobia es el miedo a la sangre, al que se suele sumar la belonefobia (miedo a las agujas), la tripanofobia (miedo a las inyecciones) y la traumatofobia (miedo a las heridas y las lesiones). Se calcula que entorno a un 3% de la población padece este tipo de fobia, lo cual les lleva a evitar las extracciones de sangre y todo lo que tenga que ver con el contexto sanitario.

7. Miedo a la muerte o necrofobia

El miedo a la muerte como fobia significa experimentar un temor desproporcionado e irracional ante la idea de morirse, incluso al oír noticias relacionadas con la muerte, accidentes, enfermedades o catástrofes. Igualmente, las personas que padecen necrofobia son incapaces de visitar los cementerios y los tanatorios.

Tratamiento de las fobias y trastornos de ansiedad

En general, el tratamiento de las fobias se basa en la terapia de exposición, es decir, la idea es que el paciente poco a poco pueda afrontar el estímulo que le produce ese miedo intenso y desmesurado. Sí, aunque parezca contradictorio la única forma de superar una fobia es exponerse a ella. No obstante, en función de cada caso, puede ser necesario complementar la terapia con la administración de fármacos que atenúen la ansiedad que sienten estos pacientes.

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